Impresiones sobre "Autismo: modelos educativos para una vida de calidad" y "Una escuela para Juan"

Muchas veces es necesario volver a la teoría, a las investigaciones e ir actualizándose junto con los avances de la ciencia. Es por eso que hoy os vengo a hablar de dos artículos "Autismo: modelos educativos para una vida de calidad" y "Una escuela para Juan". 

El primero de ellos, escrito por J. Tamarit nos hace un recorrido por las diferentes prácticas profesionales que se han ido llevando a cabo, desde las tradicionales hasta las actuales y a dónde deberíamos de llegar por el bien de nuestros alumnos.

Como bien señala Tamarit, tradicionalmente la intervención en personas con TEA se centraba en la eliminación o control de la sintomatología clínica, adaptándolo a la escuela con la enseñanza de las habilidades adaptativas para el funcionamiento en la vida diaria. Realmente, las prácticas profesionales han de tener mas en cuenta la voz de la propia persona, sus intereses y deseos, considerando por encima de todo a la persona. Por eso, la educación debería ser preparar a la persona como ciudadano, con sus derechos, participación social y pertenencia al grupo, como gestor de su propio destino y promotor de su vida.

En el artículo se propone que la educación de la persona debe centrarse en la persona y eso influye también la relación interpersonal entre el maestro y el alumno, siendo un factor crítico de satisfacción para el alumno.

El modelo de calidad de vida se debe orientar, además de las políticas sociales a prácticas profesionales concretas, ya que se debe buscar que ésta persona sea una persona que inicie acontecimientos en su vida, que sea consciente de sus preferencias e intereses personales y ser capaz de actuar según sus preferencias, intereses, deseos y necesidades. Pero sobretodo, tener en cuenta la amistad, que cada vez está tomando más relevancia en el campo del autismo.

Se llega a la conclusión de que la educación va mas allá de la instrucción en el aula, siendo necesario que la escuela se centre en múltiples dimensiones de la vida de cada alumno. Pero sobretodo, que la mejor práctica es la colaboración del conocimiento de la investigación, de la experiencia y de las personas de su entorno. Es por esto que los modelos educativos deben mejorar para que las condiciones de vida vayan enfocadas en apoyar y capacitar a las personas.

Por otro lado, en el artículo de Juan, empieza con una gran reflexión y es que todos los alumnos tienen derecho a una educación plena, que nosotros, como docentes, hemos decidido serlo y eso nos obliga y compromete y que siempre, el alumno, será capaz de construir desarrollo si se le proporcionan los apoyos adecuados, dependiendo lo que se consiga en un año, y lo que no, de nuestro trabajo.

Se remarca que la tarea educadora se debe fundamentar en dos pilares, la enseñanza de habilidades y la construcción y adaptación de entornos ajustados a las personas, buscando priorizar los contenidos que desarrollan la inteligencia social. Pero quizá un detalle que solemos olvidar es que debemos de avanzar a partir de lo que el alumno ya es, ayudándole a construirse a él mismo, evitando así la desmotivación y el bloqueo del desarrollo personal.

Uno de los principales factores necesarios para conseguir ese desarrollo personal es la potenciación de la comunicación como eje fundamental, ya que muchas veces están seriamente alterados. El siguiente factor a desarrollar son las habilidades sociales y el que le continúa, la expresión y reconocimiento de emociones y estados de ánimo.

Pero no podemos olvidarnos de la autodirección y autodeterminación, buscando encontrar un equilibrio en el patrón básico de la interacción, aumentando la posibilidad de elegir, de tomar decisiones y potenciar el autocontrol, con la resolución de problemas y de situaciones imprevistas.

Otro de los factores clave es el trabajo en equipo, en el que se tomen decisiones de forma colectiva y compartida, con un grado de participación máximo, implicándose todo lo posible; pero es imprescindible la participación de las familias en su educación, consensuándo objetivos y brindándoles la formación y orientación necesaria.

Una vez leídos y reflexionado sobre los dos artículos llego a una conclusión, y es que debemos abandonar la individualidad y trabajar todos buscando los mismos objetivos, no pretendiendo que sean "lo mas normales posible" sino que sean capaces de desarrollarse como personas, integrarse en la sociedad y darle todos los medios necesarios para que puedan llevar a cabo una vida satisfactoria.

Os dejo un vídeo para reflexionar sobre la importancia de un buen trabajo en equipo...


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